martes, 29 de noviembre de 2011

Los libros y la noche



Para mi la noche es el momento mas propicio para elaborar nuevas ideas, para elucubrar sobre los misterios de la vida, del universo; es el momento en el que me encuentro a mi mismo. Alejado de la actividad del día, me recluyo en mi vasta biblioteca a descubrir nuevos destinos a los que me lleve la mente.
Los libros y la noche. En su " Poema de los dones", Borges comienza diciendo " nadie rebaje a lagrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnifica ironía me dio a la vez los libros y la noche". Obviamente el se refiere a la noche como a su ceguera. Yo me refiero a la noche, a ese momento del dia en que el sol se ha ocultado, porque la noche representa para mi el desconocimiento, el misterio, todo lo que se nos esconde, nuestros propios miedos, nuestros propios caminos desconocidos.
Los libros por su parte, son el conocimiento, el descubrimiento de nuevos horizontes, son el cambio, la luz que nos alumbra.
En mi permanente búsqueda de nuevos entendimientos, estaba una noche abocado a seguir una línea conceptual que ocupaba mis pensamientos gran parte del día. Estaba leyendo el Antiguo Testamento y quise comprender cual era el significado que tenia para mi el éxodo del pueblo judío hacia la tierra prometida. Cual era mi interpretación de ese hecho trascendental para la vida de aquel pueblo. Con cada reclamo del pueblo, Dios les enviaba ayuda y luego los castigaba. Quise entender la razón de Dios.
Pase largas horas leyendo y releyendo los pasajes de las escrituras. Descubrí ideas enlazadas con esa idea primigenia que investigaba, tanto en el profeta Isaías como en Jeremías. Estaba muy cansado. Una somnolencia me invadió repentinamente y no pude mantener los ojos abiertos. Lo que a continuación voy a relatar no se si me ocurrió realmente o fue un sueño. Digo que no lo se porque nuestra mente no puede distinguir entre un suceso recordado y uno creado ya que para ello el cerebro utiliza las mismas células. Por otra parte si profundizamos un poco en el tema, diríamos que todo es una ilusión, una creación de nuestra mente. Que esta sala no existe, que los libros tampoco, así como este relato, como yo o como vos. Que, en definitiva vemos lo que nuestros sentidos nos muestran ( y no debiéramos confiar mucho en ellos). Que todo es un manojo de energía que en diferentes condensaciones forman un solo cuerpo de luz al que algunos llaman Dios y otros naturaleza y otros universo.
Efectivamente, me dormí y en el sueño se me presento un anciano - en estos casos siempre es un anciano-. Sentado a mi lado, con un rostro sereno, su cuerpo inclinado hacia adelante, como yo, su voz suave y sus palabras precisas me pregunto: - Que tema quieres tratar, que es lo que te trae a mi?
A partir de ese momento sentí que ese anciano era mi acompañante, así como Virgilio acompaño a Dante por el sinuoso camino del Infierno al Paraiso en la Divina Comedia. No podía ver su rostro, me resultaba alguien conocido. Por temor o respeto no pretendí averiguar quien era.
Le conteste: he descubierto, leyendo el Exodo en el Antiguo Testamento que cada vez que el pueblo judio dudaba de la palabra de Dios, este lo ayudaba y luego le mostraba su presencia castigandolo.
-Y que te sugiere ese hecho?
- Como entiendo el concepto de Dios interpreto que somos todos en Dios, que Dios esta en nosotros y nosotros somos parte de El y que la duda en El es la duda en nosotros, en nuestras posibilidades.
- Algo mas te sugiere?
- Si, que debe existir una congruencia en nuestra mente cuando hacemos algo con fe y que cuando no tenemos esa fe es debido a que existe una incongruencia entre lo deseado y lo que consideramos posible.
- Bien, comprendo. Me dijo y volvió a preguntar: -Y específicamente que es lo que quieres para ti, que es lo que te permitiría definir esta cuestión?
Comprendí perfectamente hacia adonde iban sus preguntas. Estaba pensando en un tema que en principio me parecía meramente intelectual pero que enmascaraba una inquietud; que en muchas ocasiones me falta esa fe, que tengo una creencia que limita mis deseos.
Primera gran revelación, el anciano me estaba llevando por un camino que mi mente se negaba.
Entonces le conteste: Quisiera tener esa sensación de plenitud, de ímpetu que genera el desear algo y estar convencido que lo voy a lograr.
-Y que te impide lograrlo?
- No le esquivo a la pregunta, pero antes quiero agregar algo que me pareció muy relevante. Hay una insistencia muy marcada en los profetas Isaías y Jeremías principalmente, en contra de la idolatría. Se oponían fervientemente a que los hebreos de aquella época tuvieran como ídolos a imágenes de madera o de bronce hechas por el hombre. Y esta cuestión me sugirió la idea que, a lo que realmente se oponen ambos profetas es al poner la fe afuera de uno mismo, en cualquier objeto. Y lo confirmo en el hecho que Isaías expresa que no existen dioses por "afuera" del Señor con lo que entiendo que todo esta dentro del " Señor", incluso nosotros y que por ello no podemos pensarlo como un ser que esta alli afuera.
- Bien, comprendo, entonces?
- Entonces lo que me impide lograrlo es alguna creencia que tengo en mi interior (podria decirse algun demonio) que me dice... Aquí el sueño se interrumpe y recobro parcialmente la conciencia (habrá sido mi mente que resiste desnudarse).
Sin embargo, al momento estoy dormido nuevamente y con el anciano que me seguía preguntando.
- Y esa creencia que te produce?
- Una limitacion; verdaderamente me limita.
- Me pareció interesante tu interpretación de las escrituras, que mas podes agregar y que relación podes establecer entre esa interpretación y tu creencia?
- Hay dos cuestiones de las cuales tomo conciencia; la primera es que lo dicho acerca de las escrituras es mi interpretación y consecuentemente habrá tantas interpretaciones como seres humanos sobre la tierra. Este concepto lo encuentro en el cabalista Isaac Luria, llevado a poesia magistralmente una vez mas por Borges en un poema dedicado a Manuel Mujica Lainez, diciendo:
" Isaac Luria declara que la eterna Escritura,
Tiene tantos sentidos como lectores. Cada
Versión es verdadera y ha sido prefijada
Por quien es el lector, el libro y la lectura."
Siendo una interpretación puedo expresar que toda idea sobre un acontecer futuro sera una interpretación tambien, esto es, que en realidad existen infinitos futuros, que solo son unos pocos, o uno solo, en tanto y en cuanto lo determinemos a traves de una creencia que nos limite. La segunda cuestión es que para lograr un objetivo en la vida debe haber una congruencia entre lo que deseamos y nuestra posibilidad de lograrlo. Y si decía que hay infinitos futuros, la posibilidad existe. Quiero sentirla en mi cuerpo como un estado de excitacion. La duda es la incongruencia entre deseo y posibilidad, la duda es el pecado de los judíos.
- Y como vas a hacer para alcanzar ese estado de congruencia entre deseo y posibilidad? Me pregunto.
- Teniendo en cuenta dos pautas: la primera, la resciliencia, esto es la capacidad de tomar una situacion actual negativa como un hecho positivo a futuro. La segunda recordando la frase de Heraclito que dijo: " aquel que no espera no encuentra lo inesperado, porque este es difícil de descubrir e imposible de alcanzar". Entonces, cultivar la paciencia y la aceptación de los estoicos.
- Y como te vas a ver y sentir cuando logres tus objetivos?
- Con la misma felicidad que siento de estar conversando con usted. Le conteste.

Ya a punto de despertarme y cuando el anciano parecía que se retiraba de mi biblioteca mirando al cielo, como aquel papa Noel que vi cuando era niño, me atreví a demorarlo solo un instante y le dije: - puedo hacerle yo una pregunta ahora?
- Con todo gusto me dijo.
- Que es ser sabio?
Mientras se retiraba, ya sobre la doble puerta de entrada, giro su cabeza, me miro con dulzura y dijo.
- Todos tenemos nuestras respuestas. Ser sabio hijo, es saber preguntar.